Como sucede en cada primavera, una nueva saca de Tío Pepe en Rama nace en las bodegas de Jerez de González Byass. En esta época del año es cuando el enólogo Antonio Flores selecciona, con cariño y minucia, aquellas botas más atractivas para los sentidos y que destacan por sus singulares características organolépticas. Es el instante en el que la nueva saca de este Fino en Rama, que no ha sido sometido a los procesos de clarificación y filtración tradicionales, ve la luz.
En esta 15ª edición, las soleras fundacionales “Constancia” y “Rebollo” vuelven a ser el lugar al que el enólogo ha acudido para seleccionar las 95 botas que conforman esta nueva saca de Tío Pepe en Rama. Son 95 ecosistemas enológicos salpicados de vida que guardan en su interior toda la fuerza y esencia de Jerez, dos rasgos que dotan de su personalidad a este vino de Jerez.
La Saca 2024 de Tío Pepe en Rama ha estado influenciada por el clima marcado por unas altas temperaturas en verano y otoño, mitigadas por el efecto termorregulador de las bodegas. A esto se ha unido un invierno convertido en primavera, propiciando que, en el mes de febrero, las levaduras extendieran su manto blanco protector para lograr un vino auténtico, sin filtros, que ofrece emociones a flor de piel. Todo quedaba dispuesto para crear el milagro de la vida. Un hecho que sucedió cuando Antonio Flores, venencia en mano, culminó el hallazgo enológico de este vino que muestra Tío Pepe de la forma más natural y delicada.
Tío Pepe en Rama se muestra en la copa con color amarillo pajizo, fondo verde oliva y reflejos dorados. Ligeramente velado, debido a la flor que habla de su embotellado “En Rama”, en nariz es intenso, muy expresivo y punzante. Su boca arrebatadora, fresca, intensa, suave y cremosa lo convierte en un vino esencialmente gastronómico, ideal para disfrutar con pescados, mariscos, verduras, cocinas especiadas y arroces variados. Servir frío en la mejor copa de cristal fino.