La Unidad de Policía Adscrita a la Comunidad Autónoma de Andalucía ha imputado a tres personas como presuntas responsables de delitos relativos a la protección de la flora y la fauna, utilización de medios de caza prohibidos y la captura de especies protegidas. Ha sido durante una operación llevada a cabo en las localidades gaditanas de Jerez de la Frontera, Chiclana y Puerto Real, donde se han incautado un total de 187 trampas ilegales, 45 aves insectívoras muertas incluidas en el Catálogo de Especies Protegidas y dos reclamos electrónicos.
Así, funcionarios pertenecientes al Área de Medio Ambiente de la Unidad en Cádiz, realizaron durante el pasado fin de semana varios operativos destinados al control de cazadores ilegales de aves insectívoras en la provincia, estableciendo controles en aquellas zonas sobre las que se desarrolla este tipo de capturas.
En ese sentido, se puso especial énfasis en la utilización de las denominadas “perchas” o “costillas”, técnicas de caza que, pese a su prohibición, se encuentran muy extendidas. Son métodos denominados masivos y no selectivos ya que el cazador, una vez armadas las trampas, no tiene ningún control sobre las mismas y se accionan automáticamente al contacto del ave con el cebo, que suele ser un insecto.
Además, la eficacia de estos métodos de caza ilegales se ven altamente incrementada al auxiliarse de un reclamo electrónico. Un dispositivo que reproduce el canto de las aves y que las atrae hacia la trampa. La acción combinada de ambos elementos hacen que este tipo de caza sea prácticamente infalible, aumentando el porcentaje de capturas.
Y es que, entre las aves incautadas todas eran especies amenazadas y dentro de la categoría de interés especial. Además de estar catalogadas como “en peligro de extinción y vulnerables a la extinción”, en el Libro Rojo de Los Vertebrados amenazados de Andalucía, editado por la Consejería de Medio Ambiente; y en el Catálogo Español de Especies Amenazadas, tales como bisbitas, zorzales, petirrojos o tarabillas.
Lo cierto es que este tipo de aves son imprescindibles para el mantenimiento del equilibrio ecológico en la zona, ya que actúan como auténticos insecticidas biológicos para el hombre y los cultivos agrícolas al controlar el avance de las plagas. Y es que, estos pájaros llegan a capturar más de 2,5 kg de insectos al año.
Por estas fechas, entre los meses de octubre y diciembre, miles de pájaros que buscan refugio en las riberas y montes mediterráneos de Andalucía y un gran número de personas proceden a su caza ilegal simplemente por diversión, para consumo propio y a establecimientos públicos de confianza como recurso económico.