Guadalcacín muestra su orgullo y el reconocimiento a la diversidad en el ámbito rural

Guadalcacín celebró ayer el “Día del Orgullo” con diversas actividades, la más emotiva de ellas la entrega del premio Diversidad Rural a título póstumo a Francisco Javier Herrera Romero, recogido por su madre María y su viudo Fidel. El salón de plenos de la junta vecinal del Ayuntamiento se quedó pequeño para acoger a la cantidad de gente que quiso acompañar al Ayuntamiento de Guadalcacín y a la familia de Francisco, cariñosamente conocido como “Kiko de la pescaera” en la recuperación de los premios “Diversidad Rural”, instituidos en Guadalcacín en 2016, lo que hace de la ELA un baluarte de la diversidad.

El alcalde, Salvador Ruiz, glosó la figura del homenajeado, del que destacó su ejemplo “a seguir como amigo y como persona” y su capacidad para ser pionero en la entidad local en diversos aspectos y reivindicó el papel de los premios “Diversidad Rural”, que buscaban “perfiles cercanos que sean referentes con los que nuestra población joven pueda sentirse identificada”.

La emoción del momento impidió a la madre y al viudo de Kiko tomar la palabra pero sí lo hizo Susana Domínguez, presidenta de Jerelesgay, la asociación decana de la provincia, quien puso en valor el papel pionero de Guadalcacín en la defensa de los derechos y de la visibilización de las personas LGTBI.

“El amor nos hace iguales”, dijo, parafraseando a la fallecida poetisa jerezana Pilar Paz Pasamar. Tras la entrega del galardón, se colocó la bandera arcoíris de manera simbólica en el balcón consistorial, también con la participación de la familia del premiado. Además, por la mañana se había inaugurado en el pabellón polideportivo la muestra expositiva “El armario deportivo abre sus puertas”, compuesta por dieciséis paneles, en cuya apertura el Ayuntamiento estuvo acompañado por colectivos y personas mayores.