El instituto Elena García Armada activa un protocolo de acoso escolar para conocer si el menor sufría bullying

El instituto Elena García Armada de Jerez de la Frontera ha activado de oficio un protocolo contra el acoso escolar para determinar si el estudiante de 14 años que el pasado jueves causó heridas con dos cuchillos a tres profesores y dos alumnos era hostigado por sus compañeros.

La activación del protocolo se produce después de la reunión mantenida el lunes por la tarde por los responsables del centro. El presidente del AMPA del instituto jerezano, Alejandro Castilla, ha confirmado que el protocolo se ha activado «de oficio» porque «nadie ha hecho una denuncia por acoso», ni antes ni después de las agresiones de la semana pasada en el centro educativo.

«A día de hoy no ha habido una comunicación donde se señalen a los posibles acosadores», comenta Castilla, quien añade que se ha activado el protocolo de una manera «atípica» por la gravedad de los hechos acontecidos. Tras la agresión contra tres profesores y dos alumnos, varios padres han relatado que desde hace tiempo se sabía que el presunto agresor estaba sufriendo acoso en el centro.

Según fuentes de la investigación, un día antes de la agresión, varios compañeros se metieron con el chico y le tiraron agua por encima. Tras ese episodio, el estudiante envió un mensaje a un amigo para advertirle de que no fuera a clase al día siguiente, jueves, el día que sacó nada más iniciarse las clases dos cuchillos de su mochila con los que causó heridas, la mayoría leves, a tres profesores y dos alumnos.

Tras la agresión, varios compañeros han relatado que el menor solía estar solo en el instituto. «Ha habido muchos casos de acoso, no sólo de este chaval, y la dirección del centro lo sabe pero no ha hecho nada», ha denunciado un padre en declaraciones a EFE. «Si tanta gente ha visto esas situaciones y nos quedamos impasibles, hay que plantearse qué hijos estamos criando», comenta al respecto Alejandro Castilla.

El presidente del AMPA insiste en que no hay denuncias que hayan alertado de que este alumno sufriera acoso y que «también hay testimonios que dicen que el presunto agresor nunca ha tenido problemas y que prefería estar solo». En su opinión, no hay que criminalizar a los supuestos acosadores porque no les consta «su existencia».

Una vez activado de oficio el protocolo, los responsables del mismo se entrevistarán con familias y compañeros de clase del estudiante, que fue enviado a un centro de internamiento de menores ya que, al ser mayor de 14 años, es imputable penalmente. La Fiscalía de Menores continúa con la investigación del suceso.