La operadora repartirá estos dispositivos, con capacidad de conectividad de 60 gigas al mes durante dos meses, entre las universidades públicas andaluzas, que los harán llegar a los alumnos becarios con dificultad para finalizar el curso bajo la modalidad online.
La Consejería de Economía, Conocimiento, Empresas y Universidad ha alcanzado un acuerdo con el operador Vodafone mediante el cual se facilitará a las universidades andaluzas un total de 1.000 tarjetas SIM, que se distribuirán entre los universitarios becados que no tienen posibilidad o tienen dificultades de acceso a Internet. De ellas, 111 tarjetas serán para la Universidad de Cádiz. De este modo se pretende contribuir a facilitar la finalización del curso universitario a aquéllos alumnos que, por falta de recursos, tienen dificultades para finalizar el curso 2019- 2020 bajo la modalidad no presencial.
Vodafone pone a disposición de nueve universidades públicas andaluzas (universidades de Almería, Cádiz, Córdoba, Huelva, Granada, Jaén, Málaga, Sevilla y Pablo de Olavide) estas tarjetas SIM, que cuentan con una capacidad de 60 gigabytes al mes, durante dos meses. Se trata de una actuación de la operadora que no tendrá coste ni para las universidades ni para los alumnos, que se incluye dentro del programa de Bono Social con que Vodafone ayuda a colectivos en riesgo de brecha digital. Las universidades, que trabajan en la detección de alumnos que precisan estos dispositivos, serán las encargadas de distribuir las tarjetas.
Las tarjetas se han distribuido en proporción al número de estudiantes con beca del Ministerio o de las propias universidades con el umbral 1 de renta familiar. El mayor número de tarjetas (233) las recibirá la Universidad de Granada. La Universidad de Sevilla obtendrá 213; la de Málaga, 169; la de Cádiz, 111; la de Córdoba, 70; la de Jaén, 63; la de Almería, 52; la UPO, 45; y la de Huelva, 42.
El acuerdo entre la Consejería de Economía y Vodafone se produce apenas unos días después de que se conviniera con las universidades el mantenimiento de la docencia online hasta la finalización del presente curso académico debido a la pandemia del COVID-19. Esta decisión responde a la necesidad de despejar las dudas del alumnado en cuanto a las clases presenciales y que ello redunde en una mejor organización de sus estudios y vidas personales.
Con esta actuación, tanto la Consejería de Economía como las universidades, con la colaboración de Vodafone, han querido ofrecer una respuesta responsable, rápida y ágil para garantizar la continuidad de las actividades formativas mediante su adaptación a métodos no presenciales, manteniendo los estándares de calidad del sistema. Las universidades están trabajando desde el momento en el que se decidió la finalización del curso de manera no presencial en mecanismos de evaluación, guías docentes, adaptación del calendario académico y desarrollo de Trabajos Fin de Grado (TFG) y Trabajos Fin de Máster (TFM).
De hecho, la Consejería de Economía, Conocimiento, Empresas y Universidad, las Universidades del Sistema Andaluz de Universidades y la Dirección de Evaluación y Acreditación (DEVA) –como órgano externo de evaluación del sistema universitario andaluz– han elaborado un marco compartido de principios para mantener la cohesión, solidez y calidad del sistema académico durante la excepcionalidad que marca el final del curso 2019-2020. Así, se ha establecido el mantenimiento del calendario académico previsto, si bien se priorizará la evaluación continua y otras alternativas de evaluación no presencial.
En dicho convenio marco se incluye el compromiso de “velar por que las adaptaciones a la modalidad no presencial no excluyan a estudiantes que, por falta de recursos tecnológicos o circunstancias de otra índole, tengan dificultades para el seguimiento de su formación a distancia”.
El documento marco indica que “es un objetivo del proceso de adaptación que el estudiando pueda cursar las asignaturas en la que está matriculado y ser evaluado en las fechas previstas en el calendario académico, sin sufrir retrasos en la terminación del presente curso académico o tener que trasladar las asignaturas al próximo curso”. Una vez alcanzado este acuerdo, cada Universidad aprobará sus criterios académicos de adaptación válidos para todas las titulaciones y elaborará adendas a las Guías Docentes con las adaptaciones que se acuerden.