- Grieseman llevaba más de 30 años viviendo entre Zahara de los Atunes y Alemania
- Era un gran aficionado al carnaval de Colonia donde colaboraba con la organización
- Se busca a la familia alemana que salió de Jerez en el avión privado estrellado en Letonia
Tres de los cuatro ocupantes del avión privado que despegó ayer de Jerez (Cádiz) y se estrelló en aguas de Letonia son miembros de la misma familia, que es propietaria de una compañía aeronáutica en Alemania. Al parecer, según adelanta el diario alemán ‘Express’, el hombre que pilotaba el avión desaparecido es el empresario alemán Peter Griesemann, de 72 años, dueño de la compañía alemana de aerotaxis y aviones medicalizados Quick Air, con sede en Colonia.
Junto a él viajarían, según este mismo medio que ha podido hablar con amigos de la familia, su mujer Juliane, de 68 años; su hija Lisa, de 26; y un amigo de la joven, de 27. El empresario y su familia tenían desde los años 80 un chalé en Atlanterra, una zona de la costa de Cádiz colindante con Zahara de los Atunes y que forma parte del término municipal de Tarifa, salpicada de viviendas de lujo y en la que abundan los vecinos alemanes, hasta el punto de que su playa es conocida como «la de los alemanes», según fuentes del municipio. La familia solía disfrutar de esta vivienda «al menos tres o cuatro veces al año», según las mismas fuentes
El avión, un Cessna con número de vuelo OE-FGR, estaba registrado en Austria y partió de Jerez, con la intención de aterrizar en Colonia (Alemania), pero tras el despegue se reportaron problemas de presión en cabina, según el periódico alemán ‘Bild’.
La compañía Quick Air, propiedad de Griesemann, fue fundada en 1992 y cuenta con una flota de diez ambulancias aéreas. Forma parte del grupo Griesemann, proveedor de equipos industriales.
MUY CONOCIDO EN ZAHARA DE LOS ATUNES
Llevaba más de 30 años siendo un vecino más de la urbanización Atlanterra en Zahara de los Atunes. Allí había llegado junto a su familia en los años 80. Desde entonces esa fue siempre su segunda casa y aquí había pasado buena parte del verano hasta que el pasado fin de semana se disponían a volver a Alemania. Viajaron hasta Jerez en su propio coche y allí entraron en una zona exclusiva del aeropuerto hasta su jet privado en el que se produjo la tragedia.
En Alemania la prensa local llora hoy la muerte de Peter Griesemann, a quien recuerdan como «un consejero prudente» y un «mediador sensato». Grieseman era muy conocido por su trayectoria empresarial. Había sido director del Grupo Griesemann, una empresa de construcción de Wesseling, con cerca de 1600 empleados y más de 40 oficinas en Alemania, Austria y los Países Bajos. Actualmente era propietario de Quick Air, una compañía de vuelos chárter.
Luto en el Carnaval de Colonia
Amante del CaTambién el mundo del carnaval de Colonia, donde se dirigía, llora hoy su pérdida. Griesemann de 72 años, era presidente honorario del Blue Sparks Carnival Club, agrupación a la que había pertenecido desde 1990. Muchos han sido los mensajes de duelo publicados en las últimas horas de compañeros de esta típica fiesta local.
En un comunicado del Carnaval de Colonia, la organización lamenta la pérdida de Peter Griesemann, del que dicen que «como emprendedor y carnavalero, contribuyó significativamente a dar forma a esta tradición de Colonia durante décadas». Desde 2017 había apoyado también activamente al comité del festival del Carnaval de Colonia y había ayudado a su desarrollo. «Su corazón late por el Fastelovend y la gente que conecta», dice el comunicado, «Nuestros pensamientos están con la familia Griesemann, a quien deseamos mucha fuerza en este momento difícil».
En el accidente que tuvo lugar en el mar Báltico, además de Griesemann también fallecieron, su esposa Juliane, su hija Lisa y su novio, que también estaban a bordo. Aún, no han aparecido sus cuerpos, pero se descata cualquier posibilidad de que haya supervivientes.
FUENTES: El Mundo y Nius Diario