
Cuartillos, entidad local de Jerez de la Frontera, vive estos días una situación que ha conmocionado a vecinos y familiares tras conocerse la historia de Juan Luis, un vecino de la barriada que recientemente se ha visto sin hogar después de que su expareja lo expulsara de la vivienda donde residía y que él mismo había cedido a su nombre en un contrato privado cuya validez legal está ahora bajo investigación.
Según relata el propio afectado, y como corroboran familiares y numerosos vecinos de la zona, Juan Luis —una persona con un 70% de discapacidad reconocida, que siempre ha contado con el apoyo de su familia y de la comunidad— decidió hace un tiempo poner su vivienda a nombre de la que entonces era su pareja sentimental. Lo hizo, afirma, “de buena fe”, con la intención de garantizarle seguridad en caso de que él faltara algún día.
Sin embargo, la situación dio un giro radical el pasado martes, cuando la mujer lo obligó a abandonar la vivienda “con lo puesto”, según explica el propio Juan Luis. Desde ese momento ha vivido una experiencia devastadora: pasó varias noches en el albergue municipal, sin apenas pertenencias y sin un lugar al que acudir.
El apoyo de los vecinos: una rifa solidaria para conseguirle un techo
La reacción de los vecinos de Cuartillos no se hizo esperar. Al conocer la situación, decenas de residentes se coordinaron en pocas horas para organizar una rifa solidaria, con la que consiguieron reunir el dinero suficiente para pagarle un alquiler provisional donde pudiera alojarse mientras se aclara su situación.
“Lo que no podíamos permitir es que un vecino durmiera en la calle”, afirman varios residentes, visiblemente afectados. “Aquí nos conocemos todos, y Juan es una persona buena, humilde y querida por la barriada”.
El presidente de la asociación vecinal y varios miembros de la junta directiva confirmaron además que la vivienda no está regularizada oficialmente, como ocurre en otras casas de Cuartillos, por lo que su cesión mediante un contrato privado “carece de validez legal para una compraventa real”, circunstancia que complica el caso.
El contrato privado y las versiones enfrentadas
La expareja insiste, según vecinos y familiares, en que ella compró la vivienda, aunque Juan Luis asegura no haber recibido ni un solo euro ni existir transferencia bancaria o justificante alguno. Tampoco —según la familia— aparece la firma del afectado en la copia del supuesto contrato.
“Juan Luis no ha firmado nada”, confirma su cuñada, quien añade que dentro de la vivienda continúan además objetos personales del afectado, incluyendo cenizas de un familiar, enseres y recuerdos familiares que desea recuperar.
La Guardia Civil investiga el caso
Tal como ha podido confirmar Jerez Televisión antes de la grabación del reportaje, Juan Luis y su familia han interpuesto denuncia y la Guardia Civil mantiene unas diligencias abiertas para esclarecer los hechos.
La investigación examinará la naturaleza del contrato privado, el acceso del afectado a la vivienda y el entorno de vulnerabilidad que describen tanto familiares como vecinos.
“No pesa ningún tipo de denuncia anterior sobre Juan Luis”, señalan fuentes de la investigación a las que se ha tenido acceso.
Una comunidad unida ante un vecino vulnerable
Durante días, vecinos y familiares han acompañado a Juan Luis, visiblemente afectado, en un proceso emocionalmente muy duro. Su mayor preocupación —aseguran— no es solo recuperar la vivienda, sino “que todo se aclare y que pueda descansar tranquilo en su propio hogar”.
La barriada, muy unida en torno al caso, solicita que la justicia priorice la situación de vulnerabilidad del afectado, dada su discapacidad, su pensión limitada y su evidente dependencia del apoyo vecinal.
“Él merece volver a su casa”, insisten.
