La princesa Leonor ya tiene el cuadro de Carmen Campos Guereta, ‘Retrato de una princesa’, que recibió como regalo de cumpleaños
La historia del cuadro de la pintora jerezana, Carmen Campos Guereta, es de cuento y tiene como protagonista a una princesa, la princesa de España. Carmen se presentó al concurso de pintura, organizado por el Real Cuerpo de la Nobleza de Madrid, ‘Retrato de una princesa’.
Carmen terminó el cuadro en verano, justo a tiempo para presentarlo al concurso. Tras una primera selección, envío el cuadro al Centro Cultural Galileo, donde se celebró la exposición con los cuadros finalistas, unos 40 cuadros. «Soy sincera, miré los cuadros que habían quedado finalistas y pensé que tenía posibilidades de ganar el premio», comenta la artista que añade, «lo que me decía todo el mundo también iba en esa dirección y me ilusioné muchísimo».
Los nervios llegaron el día del fallo del jurado, con unos integrantes de altura como Hernán Cortés o Gerargo Pita. Los organizadores explicaron que «debido al nivel, habían decidido dar un primer premio y dos accésits», añade Carmen. Y dentro de los áccesits, estaba Carmen Campos, «fue una gran desilusión porque yo confiaba en que podía ganar y no fue así». Además, explica con gracia, «me adelanté y prácticamente me había gastado el dinero del premio antes de tenerlo».
Entonces se produjo un giro de guión, cuando estaban haciéndose las fotos protocolarias con el premio y el presidente de Real Cuerpo de la Nobleza de Madrid, Jaime Travesedo, le comunicaron a Carmen que tenían que hablar con ella en privado. Travesedo le contó a Carmen que la princesa Leonor había visto su cuadro y lo quería, «pasé de la decepción a un subidón enorme». Y para más magia de este cuento, en las charlas que surgen en los ágapes, un miembro de la Guardia Real escuchó que a la princesa le gustaba el cuadro y se acercó a hablar con la pintora jerezana para ver qué podían hacer.
Llegaron a la conclusión de que la Guardia Real regalara el cuadro a la princesa por su cumpleaños. Dicho y hecho, al día siguiente Carmen cogía un coche para ir al Pardo, al cuartel de la Guardia Real, donde están preparando un salón dedicado a Leonor, y para elegir el sitio más adecuado en el que colgar su retrato de Leonor.
Finalmente, fue el Real Cuerpo de la Nobleza de Madrid el que adquiró el cuadro a Carmen Campos para que la Guardia Real se lo regalara a la princesa Leonor.
Un cuento muy real que Carmen Campos Guereta podrá contar a sus hijos y a toda su descendencia.
