
El Centro Integral de Recuperación de Vida, ubicado en la Avenida de Arcos, es un espacio que se ha convertido en referencia en la ciudad para el tratamiento de adicciones y la atención psicológica. Más que un centro sanitario, Cirvida se presenta como “un camino a la esperanza” para quienes atraviesan situaciones de consumo y trastornos asociados.
Su director, Gregorio, adicto en recuperación y hoy profesional formado en drogodependencias, celebra los resultados obtenidos en estos primeros meses de funcionamiento: “Estamos muy contentos con el trabajo que se está haciendo y con la respuesta de la ciudad”. El centro, que recientemente abrió sus puertas, ya cuenta con 31 usuarios, de los cuales 23 reciben tratamiento por adicciones y 8 por psicología general sanitaria, y continúa registrando nuevas incorporaciones cada semana.
Atención a todo tipo de adicciones
Cirvida atiende a personas que sufren adicciones tanto químicas como conductuales: cannabis, cocaína, heroína, policonsumo, juego o nuevas tecnologías. Además, su equipo multidisciplinar trabaja también diferentes trastornos psicológicos.
“Puede venir cualquier persona que esté sufriendo”, explica Gregorio. “Lo importante es dar el paso y pedir ayuda. Todas las personas cuentan con una primera valoración gratuita, donde se estudia cada caso y se decide cuál es el tratamiento más adecuado”.
Programas adaptados: centro de día, ambulatorio, online y pisos tutelados
El centro ofrece diversas modalidades de intervención:
- Centro de día, con una estructura completa que incluye gimnasio, terapias, rutinas saludables, talleres y paseos terapéuticos.
- Tratamiento ambulatorio, con horarios tanto de mañana como de tarde.
- Terapias online, adaptadas a cada situación personal.
- Pisos tutelados (a partir del 1 de enero), dirigidos especialmente a personas de fuera de la provincia. Ya existen solicitudes de Murcia, Alicante o Almería.
El objetivo principal es reordenar la vida del paciente, dotándolo de hábitos, estabilidad emocional y herramientas para la reinserción social.
El testimonio de Jaime: “Llegué sin vida y hoy vuelvo a ver la luz”
Durante la visita del equipo de Jerez Televisión, Jaime, un usuario del centro, accedió a contar su experiencia. A sus 40 años, y tras comenzar a consumir a los 16, reconoce: “Llegué con la vida perdida. No sabía pedir ayuda hasta que toqué fondo. Encontrar este centro ha sido lo mejor que me ha pasado”.
Emocionado, lanza un mensaje a quienes puedan estar atravesando una situación similar:
“Sé que cuesta pedir ayuda. La enfermedad te empuja a no hacerlo. Pero se puede salir. Agárrate a tu familia, a tus amigos o a profesionales. Yo caí en el sitio correcto”.
La importancia de la familia y la educación
Tanto Gregorio como el trabajador social del centro insisten en que la adicción es una enfermedad “física y mental” que no entiende de edades y que debe desestigmatizarse. Recuerdan la necesidad de abordar este tema en colegios y hogares, para prevenir consumos que pueden activar trastornos latentes.
“Hay adolescentes que creen que controlan. Pero una sola calada o una sola prueba puede marcar un antes y un después”, señalan los profesionales.
Profesionales con experiencia y formación
Gregorio, además de su propio proceso de recuperación, cuenta con formación como monitor en centros de drogodependencia, técnico en conducta adictiva y máster en alcoholismo y toxicomanías, entre otras titulaciones. Junto a él, un equipo de psicólogos, trabajadores sociales y terapeutas acompañan a los usuarios en su proceso.