La Templanza es un drama romántico ambientado a finales del siglo XIX. Narra la historia de Soledad Montalvo y Mauro Larrea, una mujer y un hombre hechos a sí mismos cuyos destinos están a punto de converger en un lugar y un tiempo fascinantes. Se trata de una historia sobre la superación de la adversidad y la búsqueda de nuestro lugar en el mundo. Una historia sobre cómo construir un imperio y perderlo todo en un día, sobre aventuras en tierras exóticas y las segundas oportunidades.
La serie se ha realizado en más de 215 ubicaciones situadas entre Tenerife, Dublín, Madrid, Toledo, Cádiz y Jerez. El equipo de la rodaje viajó a Irlanda para grabar todos los exteriores de Londres, mientras que las tramas desarrolladas en México y Cuba se recrearon en las calles de La Orotava y La Laguna (pueblos de la isla canaria de Tenerife). Por su parte, en Madrid se rodaron algunos interiores de Jerez y Londres.
Pero Jerez es sin duda una de las protagonistas de la serie. Desde el primer capítulo se muestra un Jerez muy cambiado al que conocemos hoy, los productores de la serie tuvieron que adaptar sus calles, bodegas y casas a la vida del siglo XIX.
La Templanza nos presenta a los Montalvo, una familia jerezana dedicada al negocio del vino. Para recrear la vida de esta familia gran parte de la grabación se realizó en las históricas Bodegas Lustau y las de Ponche Caballero y algunas de sus naves industriales, que mantienen la arquitectura de la época.
Los interiores de casa de la familia Montalvo se rodó en el Palacio Virrey Laserna que tiene una parte museística, abierta al público, y una parte privada, pero en ambas pudieron moverse. En esta localización también se grabó la película ‘El verano que vivimos’.
También hay varias escenas en los viñedos jerezanos de El Corregidor, situados en el pago de Carrascal. Según explica la dirección de la serie es uno de los pocos viñedos de la campiña jerezana que mantiene la vendimia como se hacía en el siglo XIX.
Son muchas las calles y zonas de Jerez que aparecen en la serie: la Catedral de Jerez, la Iglesia de San, las plazas de la Asunción, de Rafael Rivero, del Mercado o la del Arroyo o las afueras del Alcázar, que se ve en paseos en carro de uno de los protagonistas.
El interior de las bodegas González Byass también fue elegido, en esta ocasión sirvió para recrear un despacho ubicado en Londres. Además se utilizó como escenario una de las calles de la bodega y uno de los salones principales de las mismas.
